El primer consejo que te doy es aprender a identificar los síntomas y características de los niños hiperactivos. Estos niños no son simplemente niños con mucha energía sino niños que además presentan problemas de concentración, para terminar una tarea, conductas conflictivas, entre otros.
Se necesita mucha cooperación y comprensión por parte de todos los miembros de la familia porque estos niños dan trabajo y pueden sacarte de tus casillas un montón de veces.
El tercer punto importante es buscar ayuda psicológica. Los niños hiperactivos deben recibir un tratamiento para controlar sus impulsos y mejorar sus relaciones familiares y sociales. A veces es incluso necesario el uso de medicinas para frenar sus impulsos nerviosos y mejorar su concentración.
Se necesita mucha cooperación y comprensión por parte de todos los miembros de la familia porque estos niños dan trabajo y pueden sacarte de tus casillas un montón de veces.
El tercer punto importante es buscar ayuda psicológica. Los niños hiperactivos deben recibir un tratamiento para controlar sus impulsos y mejorar sus relaciones familiares y sociales. A veces es incluso necesario el uso de medicinas para frenar sus impulsos nerviosos y mejorar su concentración.
Durante los primeros años de la infancia se considera normal que un niño sea rebelde porque es parte de su desarrollo. Es más, esta es una oportunidad perfecta para inculcar valores en tus hijos que ayudarán a modelar su conducta.
Si embargo, cuando este comportamiento rebelde va más allá de la primera infancia (de 0 a 6 años), se prende la alerta roja del Trastorno Negativista Desafiante (TND), una actitud de rebeldía constante que desafía cualquier autoridad.
¿Qué hacer ante esta situación?
Mantén firmeza ante todo, pero sin llegar a ser autoritario.
Establece límites.
Predica con el ejemplo.
No temas infligir castigos.
Si quieres establecer normas y límites tienes que hacerlos respetar, y por tanto, no puedes echarte para atrás. Sé claro(a) desde el principio y mantén tu palabra hasta el final si quieres que ellos cumplan.
Si tu hijo ha hecho algo grave que amerite un castigo, dáselo y no retrocedas por sus berrinches. Ojo, tampoco significa que debas castigarlo a cada rato, sino enseñarle que no siempre se saldrá con la suya.
Si embargo, cuando este comportamiento rebelde va más allá de la primera infancia (de 0 a 6 años), se prende la alerta roja del Trastorno Negativista Desafiante (TND), una actitud de rebeldía constante que desafía cualquier autoridad.
¿Qué hacer ante esta situación?
Mantén firmeza ante todo, pero sin llegar a ser autoritario.
Establece límites.
Predica con el ejemplo.
No temas infligir castigos.
Si quieres establecer normas y límites tienes que hacerlos respetar, y por tanto, no puedes echarte para atrás. Sé claro(a) desde el principio y mantén tu palabra hasta el final si quieres que ellos cumplan.
Si tu hijo ha hecho algo grave que amerite un castigo, dáselo y no retrocedas por sus berrinches. Ojo, tampoco significa que debas castigarlo a cada rato, sino enseñarle que no siempre se saldrá con la suya.
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